viernes, 11 de enero de 2013

CUANDO LA FUERZA DE LA MORAL TOMA FORMA HUMANA



  MITO Y SU HUACONADA

      Mito, Así se llama este hermoso pueblo de adobe, coronado por una bella cúpula plateada en uno de los altos  del hermoso Valle del Mantaro. Mito es la tierra del Huacón, personaje de enorme nariz, gesto amargo y voz estentórea, encarnado por los personajes intachables de la comunidad.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La Huaconada de Mito tiene origen pre-hispánico hace cientos de años, según el vocabulario de González de Holguín (1,608) Huacón tendría que ver con Kon, Dios Andino conocido como Apu Kon - Ticci Wiracocha o también en las crónicas anónimas del Quechua publicado en 1,586 por Antonio Ricardo afirma que puede confun­dirse "huacón con mascara” estableciéndose una falsa generalización. Pero es clara la referencia específica y puede concluirse que se trata de una Danza inyectada de una enorme carga de admiración y sorpresa por la fuerza expresiva de las máscaras.
El Padre José de Acosta en su "Historia Natural y Moral de las Indias" dice que en el Perú antiguo había Danzas que lo llamaban "Huacones” cuyas mascaras tenían un gesto del puro demonio, por su parte hacia el año 1,662 el Fiscal Mayor del Arzobispado del Corregimiento de Cajatambo Don Agustín Capcha, rogaba a sus superiores se encomiende la destrucción de los: elementos con que los indios tenían la costumbre de bailar en los días de fiesta, en una usanza de actividades que se llama Huacón, con unas máscaras de lo más feo que se puede ver. Lo que explica las numerosas referencias en crónicas coloniales de festividades en diferentes partes del territorio desde la Meseta del Collao hasta IIuarochiri.
Mito es el único pueblo que actualmente conserva esta danza en toda su plenitud y es considerado como la expresión folclórica más antigua del Perú, es un testimonio vivo de herencia cultural en toda la región Cáceres. En Mito se conservan los Valores ancestrales más signifi­cativos de la Danza de los Huacones. Cada Huacón trata de lucir la máscara más fabulosa e impresionante. El propio danzarín la construye de madera, entregándole los rasgos y gestos que revelen su propia personalidad. Esta constituye uno de los rasgos básicos que ha permitido la supervivencia por siglos de la Danza.
EL HUACON

La Huaconada de Mito es una de las danzas más singulares e impresionantes del Perú y ha ido sufriendo las modificaciones que el tiempo y la vida le han impuesto, pero conserva en toda su plenitud la poderosa fuerza del espíritu que con increíble intensidad se expresa a través de ella.
Los Huacones durante los tres primeros días de cada año son los "Alcaldes" que como sabemos fueron siempre en nuestras Comunidades las autoridades máximas. En esta danza se opera una singular transformación del danzante. Pues iniciando la danza el huacón cobra una nueva personalidad e impone respeto absoluto, sus movi­mientos están llenos de gravedad que sobrecoge. Entonces para tratarlo hay que hacerlo con respeto, inclinando un poco la cabeza y empleando las expresiones que exige la tradición: "Señor Alcalde", "Señor Autoridad".
El huacón responde con palabras casi sordas marcan­do mucho las "r", (eres) es que se ha trasformado en la máxima autoridad del pueblo dispuesto a cuidar que las normas morales que gobiernan la comunidad se cumplan y castigan a los infractores de los mandatos y exigencias de la moral colectiva, el Huacón resulta así la encamación del poder fundado en la moral.
EL HUACÓN Y LA MASCARA
No existe miteño, hombres y mujeres, ancianos y niños que no soporten una admirable atmósfera de enorme peso ancestral y en todo este proceso la máscara se con­vierte en el elemento nuclear. El bailante no solamente se identifica con la máscara que utiliza para convertirse en Huacón, sino que por el contrario la máscara revela al Huacón que es por ancestro. De manera indudable la máscara constituye también en este caso como dice Levi Strauss en su "Antropología Estructural", analizando las mascaras en decorados antiguos, "un elemento que abre una serie de formas intermediarias que aseguran el pasaje del símbolo a la significación, de lo mágico a lo normal, de lo sobrenatural a lo social".
Las mascaras tienen por objeto al mismo tiempo enmascarar y desenmascarar es decir lo real y lo mágico tienen atreves de la máscara una correspondencia única. La máscara logra que lo real y lo mágico se toquen se correspondan y se integren. La máscara permite al hombre convertirse en Huacón y al mismo tiempo al "ser Huacón "posesionarse totalmente del hombre. La máscara hace que despierte en cada miteño el huacón que está dormido en su propio ser. El hombre no se pone la máscara para esconder su rostro de tras de ella sino para rebelarse tal cual huacónes
EL VESTUARIO
Aparte de la máscara que ya hemos mencionado en el disfraz el huacón lleva el látigo o zumba que es de cuero trenzado y el huacón lo sabe manejar hábilmente con un sencillo y ágil tirón le revienta a uno las pantorrillas.
Los otros elementos del vestuario permiten hacer una diferencia: se dice huacón antiguo al que conserva la tradición con más rigor y autoridad; y huacón moderno al que usa un vestuario que ha recibido cierta modificacio­nes, así la capa que usa el moderno esta hecho de una gran frazada "Tigre" y el antiguo la usa de auténtica jerga el moderno lleva delantal de seda con variadas figuras borda da con hilo y el antiguo la usa dé bayeta blanco, el pantalón del moderno es generalmente el que en la sierra se conoce como "de montar" y el del antiguo es de cordoncillo. Los Huacones antiguos calzan medias de lana con llanques de cuero; los modernos llevan unas hermosas zapatillas especiales también bordadas con hilos de colores, el vestuario se complementa con las mangas guantes y un pañuelo grande con el que se amarran la cabeza tomando las mejillas para asegurar que no se le reconozca y para protegerse del peso de la máscara.
El sombrero que va adornado con cintas que cae sobre la espalda es de lana del huacón antiguo y de paja de macora del moderno, usan el ala delantera levantada en donde va prendido una escarapela de colores.
 LA DANZA
La música de la Huaconada es muy especial, los instrumentos musicales que antaño acompañaban a la pandilla eran tinya, arpa y violín, hoy se utiliza toda una orquesta típica de arpa, violín, saxofones y clarinetes.
La música tonada un tanto monocorde, es ligera casi danzarina y alegre, impone al baile de pasos menudos y ligeros. Los vuelos en redondo tienen especial gracia. El aire castigado de latigazos con fiero dominio, les abre ancho espacio en las calles y plaza. El huacón danza a pasos cortos con las manos a la cintura tensionando los codos para levantar la capa, así su figura adquiere un aspecto imponente, y en determinados momentos cuando ejecutan algunas figuras coreográficas parecen aves milenarias de los andes.
Las calles deben estar limpias para que pasen los huacones, nada ni nadie se les opone ellos van en colum­nas a los costados de la calle delante de la orquesta, el público observa desde las veredas, las bocacalles, puertas y ventanas de las casas. La orquesta va presidido por el huacón caporal que se encargado de los pasos de la pandilla. En las esquinas de la plaza giran en columna haciendo un gran círculo que encierra a la orquesta para luego tomar la posición inicial y continuar la marcha.
El Huacón caporal es el encargado de la organización, es el que acepta o rechaza a los danzantes es elegido cada año previo asentimiento expreso de la comunidad.

DAVID ENRIQUE GUERRA